
Atravesamos reptando y llenos de barro la cueva del Moro para después descender las helada aguas del barranco Viandico (conocido por friandico entre los barranquistas).
Disfrutamos de los saltos , rapeles, tobaganes y buceos entre risas y buen ambiente.
El enorme caudal y el fatal accidente de un barranquista vasco en el Sorrosal nos impidió descender como estaba previsto la cascada de cerca de 100 metros.
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