Aunque el sirimiri nos acompañó durante la primera parte del Camino, después la lluvia amainó y pudimos continuar nuestra etapa tranquilamente por pistas y senderos, topándonos de vez en cuando con algunos peregrinos.
No fuimos un grupo muy numeroso pero sí bien avenido, a pesar de que tuvimos 3 desertores que tras llegar a la Ermita del Calvario, nos abandonaron por miedo a la lluvia.
Al final de la etapa pudimos visitar la Ermita de Arretxinaga en Markina, curiosa por la roca que contiene en su interior, como se puede apreciar en una de las fotografías.
1 comentario:
´Gracias Isa por publiar tan rapido. Lo cierto es que ese sirimiri intenso nos dejo calados a todos, pero el bocata hizo que resurgieramos!
Hasta septiembre!
Publicar un comentario